El chocolate tiene muchos beneficios como, por ejemplo, sus propiedades antioxidantes, su capacidad para decir la tensión o sus acciones contra el colesterol. Pero cuando te encuentras en la sección de chocolates de tu supermercado preferido, has de tener en cuenta que no todo chocolate te ofrece los mismos beneficios, ya que en su composición varían gran cantidad de elementos. Los hay con más o menos azúcar, con distintos porcentajes de cacao, con o sin leche, etcétera. Además, has de tener en cuenta que el cacao pierde gran parte de sus propiedades durante el proceso industrial al que es sometido.

Según el catedrático Emilio Martínez, director del Instituto de Tecnología de los Alimentos y la Nutrición de la Universidad de Granada, el chocolate más beneficioso es el que más porcentaje de sólidos de cacao contiene.

Por tanto, es recomendable que busques aquél que contenga más porcentaje de cacao sólido, y evites aquellos que contengan azúcares añadidos o leche. Ésta última, aunque para muchos suponga un elemento beneficioso, no lo es junto al cacao. El especialista en Biotecnología de los Alimentos del CSIC, Alfonso Carrascosa, afirma que la leche reduce considerablemente el efecto antioxidante del cacao.

Con esta información las opciones se reducen considerablemente, dejando en mejor lugar aquellos que sean más puros, como el chocolate negro. En este chocolate será en el que mayor porcentaje de compuestos fenólicos encuentres, siendo éste un poderoso antioxidante natural. Claro que, has de tener en cuenta que los especialistas no recomiendan el consumo del chocolate como si de un medicamento se tratase.

Otro detalle, aunque más difícil de analizar, es la procedencia del cacao y su proceso de fabricación. Roberto Verna, especialista en la Universidad de la Sapienza (Roma), indica que los flavonoides y vitaminas que el cacao contiene son muy sensibles al calor, y por tanto, se pueden perder fácilmente durante el proceso de fabricación.

Tanto es así, que el mejor cacao que podrías encontrar es el que consumen en algunas poblaciones indígenas, donde por supuesto no se trata mediante ningún proceso industrial. En estas poblaciones es fácil apreciar un importante descenso de problemas cardiovasculares, demencia, cáncer y otras enfermedades típicas de occidente. Además, es muy difícil que se transmitan enfermedades a través de la planta del cacao, dado que sus propiedades antioxidantes actúan como microbicidas.

En resumen, el mejor chocolate será aquel que más puro sea, evitando aquellos a los que se le añaden otros compuestos. Para que puedas hacerte una idea, contra más amargo sea el cacao, más puro será.