Son muchos los estudios que cada día demuestran que el chocolate (rechazado anteriormente por su mala fama nutricional), no sólo no es malo, sino que es muy beneficioso para nuestra salud física y mental.
Incluso debemos enterrar la creencia de que el chocolate engorda, ya que un estudio realizado por la universidad de Santiago (California) ha desvelado que el chocolate puro, consumido en pequeñas cantidades, puede ayudar a adelgazar y a mantener un peso saludable.
Según los científicos, el cacao (planta con la que se elabora el chocolate) contiene sustancias estimulantes capaces de activar el metabolismo, haciendo que quememos las calorías con mayor rapidez.
El chocolate negro es también un magnífico antioxidante. Contiene una altísima concentración de polifenoles, sustancia que ayuda a reducir la presión arterial y al buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Previene enfermedades degenerativas y celulares, ya que protegen a nuestro organismo de los radicales libres.
Estimula también la actividad cerebral, ya que sus carbohidratos, al ser absorbidos y tras algunos procesos químicos, hacen que llegue mayor cantidad de oxígeno al cerebro, lo que lleva a una mayor fluidez mental.
Muchas personas aseguran sentirse mejor anímicamente después de comer chocolate. Esto se debe a que su consumo induce al cerebro a crear serotonina, que es un neurotransmisor responsable de nuestro estado de ánimo, el sueño, la sexualidad o el apetito.
La necesidad de comer chocolate que sienten algunas mujeres en el periodo premenstrual se debe a que este alimento es también rico en magnesio. Durante esos días este mineral y la serotonina están en niveles mas bajos, y aparecen síntomas como: tristeza, fatiga, nerviosismo, ansiedad… de ahí que esa necesidad de chocolate, sea completamente lógica y demuestre una vez mas como es nuestro cuerpo de sabio.
Seguro que después de conocer todos estos beneficios que puede aportarte tan rico alimento, decides disfrutar de su sabor y cualidades sin tantos remordimientos, pero no debes olvidar que es altamente calórico, por lo que es suficiente con unos pocos pedazos al día.
Además, debes elegir el que contenga menos grasas y azúcares, contra más puro sea, mejor. Prescinde el chocolate blanco, ya que su composición es leche casi en su totalidad.
¡Creo que me va a gustar este blog!
Fan del chocolate negro por supuesto, aunque pasando del 85% mis papilas gustativas empiezan a sufrir, recuerdo el primer día que probé la de 99% de pureza, eso era el amargor en estado puro xD
De acuerdo con lo de evitar el chocolate blanco, una curiosidad: el chocolate blanco «de verdad» no es blanco sino amarillo, que es el color que toma la manteca de cacao al fundirla. Sin embargo, en pastelería se usa mucho un chocolate blanco blanco, que ese sí puede considerarse leche con estabilizadores, potenciadores, edulcorantes y potingues varios de la industria.