El chocolate es, probablemente, uno de los elementos más usados en la repostería. Su sabor es capaz de armonizar la del resto de ingredientes, ya sea a modo de cobertura, formando parte de la masa, como relleno o, simplemente, adornando la composición.
Para la mayoría de estos casos, antes de usarlo, debe ser fundido. Si continúas leyendo las siguientes líneas, averiguarás los chocolates más adecuados, así como los métodos más sencillos para dar vida a tus recetas.
La primera duda que puede surgirte al querer fundir chocolate es, ¿qué chocolate es el adecuado? Para responder a esta pregunta debes leer la composición del chocolate, ya que es lo más importante; busca aquellos que contengan un alto porcentaje de manteca de cacao como, por ejemplo, el chocolate para coberturas, el chocolate negro o el chocolate fondue. En cualquiera de los casos, han de tener al menos un 25% de manteca de cacao.
Si crees que la búsqueda se te puede complicar, debes saber que existen chocolates expresamente elaborados para ser fundidos, comúnmente llamados chocolates para repostería o para fundir. Y por si te surge la duda, el chocolate a la taza y los chocolates en forma de tableta habituales no son idóneos para esta técnica.
En segundo lugar, te plantearás el método que debes seguir para fundirlo; puedes elegir entre hacerlo al baño maría o en el microondas. Nunca debes hacerlo directamente en un cazo al fuego, puesto que el chocolate se fundiría demasiado rápido y se quemaría.
Cómo fundir chocolate
1. Tanto si lo haces al baño maría, como en el microondas, el primer paso es cortar el chocolate en pequeños trocitos. Contra más pequeños los cortes, antes se fundirá el chocolate. Debes tener cuidado con no cortarte, ya que estos chocolates suelen ser bastante duros, y los cuchillos traicioneros.
2. Pon el chocolate en un bol resistente al calor.
2.1 Al baño maría: Coloca el bol dentro de otro más grande y añade agua en el segundo. Calienta hasta que el chocolate comience a fundirse, y muévelo para que se funda completamente.
2.2 En el microondas: Coloca el bol en el microondas, y caliéntalo en intervalos de 30 segundos, de modo que entre cada intervalo puedas remover el chocolate para que se funda completamente.
3. Ahora que lo tienes fundido, ya puedes comenzar a hacer tu receta. Si necesitas mantener el chocolate fundido, puedes dejarlo sobre el baño maría pero con el fuego apagado, o calentarlo al microondas, pero en intervalos más cortos.
Una vez se enfría el chocolate, queda crujiente, de modo que puedes usarlo para cubrir piezas de fruta en trocitos, para preparar decoraciones de tartas, para hacer la cobertura de pasteles, para hacer bombones, y un sinfín de ideas con las que puedes experimentar.
No soy demasiado cocinillas ( en cuanto a repostería se refiere) pero me encanta comer chocolate en todas sus formas. No tenía ni idea de que el crujiente de chocolate sobre las frutas había que fundirlo y que no podía ser con cualquier chocolate. Siempre pensé que se haría con chocolate «a la taza» … jeje ¡¡¡justo el que dices que no se utilice!!!…Gracias por la información!!!
Saluditos desde El Terrao.